Después de las cervezas de anoche nos hemos levantado, como dicen aquí, con una barra en la cabeza. Hemos ido a Sully a desayunar unos bocadillos que nos han devuelto a la vida. ¿Sully or not Sully?, ésta ha sido nuestra frase desde la tertulia de ayer. Pues Sully bien merece una visita, no sólo por los bocadillos que hacen en una de sus estupendas boulangeries, si no por su elegante castillo. Quizás sin «la barra en la cabeza» lo hubiéramos apreciado aún más pero igualmente nos ha dejado boquiabiertos. Quizás sea el castillo más especial de los que llevamos vistos, sobre todo por el foso de agua que lo rodea, el cual le da un toque de elegancia.


Hemos salido de Sully bastante tarde, pasadas las doce. Nos hemos encontrado con tres españoles que están haciendo casi la misma ruta que nosotros pero ellos ya llevaban hoy casi 50 kms. Es lo que tiene liarse en tertulias de camping. Aún así el día nos ha cundido bastante para las espectativas que teníamos al salir de Sully.
En el camino hemos atravesado un bello pueblo llamado Gien. Es un lugar con muchísima historia, la más reciente bastante trágica ya que, durante la II Guerra Mundia,l fue prácticamente destruído en una dura batalla por defender su hermoso y valioso puente. Lo bueno es que lo han reconstruido con mucho respeto a su carácter original en el que predominan las construcciones de ladrillo frente a la piedra de la mayoría de los otros pueblos que hemos visto. Le hemos pedido a un hombre que pasaba por allí que nos hiciera una foto.


Era un americano que, según nos ha contado, está aquí trabajando un par de meses en dos de las centrales nucleares del Loira. Cuando nos cruzamos con estos monstruosos edificios ya no nos impactan demasiado puesto que ya son tres los que hemos dejado atrás.

Durante el resto del camino, hemos atravesado pequeños y pintorescos pueblecitos, frondosos bosques, una granja con alpacas de los Andes y un puente canal como los que ya habíamos visto en el canal del Midi. Según dicen, éste es el más grande de Europa. La verdad es que es realmente largo y, como los demás, muy espectacular. Es muy llamativo ver cruzar un barco por encima de una carretera o un río. Este puente canal está en un pueblo llamado Briare, en el que hemos aprovechado para comer y descansar.



Hemos continuado el camino junto a un pequeño canal. Al poco tiempo de partir se ha echado encima la lluvia y, esta vez sin lugar donde cobijarnos, nos ha empapado enteros. Al final nos hemos podido refugiar un poco en una caseta de información turística hasta que ha amainado. Ya nos daba un poco igual porque más no nos podíamos mojar.

Por suerte, el resto del camino nos ha respetado la lluvia justo hasta que hemos llegado al camping de Cosne-Cours sur Loire, donde justo al llegar se ha puesto a jarrear. Esperamos que esta noche no caiga demasiado y nos permita secar un poco la ropa que llevábamos puesta. Y no, hoy no habrá tertulia.
Hola «enbiciados». Hoy es el primer día que he podido entrar a leer vuestras andanzas, tengo que leerlo con calma, son ya muchas entradas acumuladas. Animo y a seguir disfrutando del viaje. Un abrazo
Ánimo que ya os queda poco!!!! Que viajes tan interesantes los de la bici, que pena ser tan vago… Pero bueno ya pedalean otros por nosotros.
Muy gracioso los playmobil, las fotos quedan chulísimas.
Que se de bien el resto del viaje y que tengáis buen regreso.
Bs. Nos vemos
Bye bye
Muchas gracias Javi! Ya estamos de vuelta y descansando las piernas. Ahora a recuperar los kilos perdidos, jeje. Un abrazo.