Hace una semana que salimos de Nantes. No hemos sumado exactamente los kilómetros que llevamos pero calculamos que son más de seiscientos, que no está mal. Y hoy ha sido el día de los pinchazos. Hemos pinchado la rueda los tres, en diferentes momentos del día. La verdad es que es una triste casualidad porque no hemos rodado por caminos muy difíciles. Esperamos que mañana todo vuelva a la normalidad.

A pocos kilómetros de la salida nos esperaba un bello pueblo llamado Sancerre. El único problema es que, para acceder a él, hay que subir unas cuantas cuestas importantes, que con la bici cargada se hacen aún más duras.

Menos mal que ha valido la pena la visita. Sancerre es famoso por se uno de los pocos pueblos del Loira situado en un promontorio pero, especialmente, por su vino blanco seco y sus quesos de cabra. Después de semejante subida no nos íbamos a ir con las manos vacías así que hemos ido a una bodega y hemos hecho una mini degustación de vinos, todos ellos exquisitos.

Nos hemos llevado unos cuantos puestos y una botella de vino blanco para la comida. También hemos comprado unos quesos de cabra, que venden en piezas muy pequeñas. Después de callejear por el bello pueblo y con el kit Sancerre puesto, nos hemos aventurado a la bajada por las rampas que tanto nos ha costado coronar, con mucho cuidado eso sí, que la degustación de vinos no pasa en balde.

El resto del día hemos seguido la ruta por zonas un poco monótonas, pero ya estaban los pinchazos para entretenernos. A diez kilómetros de nuestro destino, Nevers, hemos llegado a uno de los puente-canal del Canal lateral del Loira. Éste era más corto que el de Briare pero igual de impactante.

Justo aquí comienza, aunque para nosotros acabe, la ruta del Loira pero seguiremos el itinerario de la eurovelo 6. A partir de mañana nos espera la región de la Borgoña, también famosa por sus vinos. Esto es un sinvivir. Mañana nos tocará visitar el decathlon de Nevers para adquirir algún repuesto que hemos utilizado en la «entretenida» etapa de los pinchazos. Pero de momento nos toca descansar con el murmullo de las augas del Loira.