La de hoy ha sido una etapa sin apenas desnivel. Hemos empezado a recorrer las llanuras de la cuenca del Po, desde tierras del Piemonte para acabar en Lombardía.
Ayer los meteorólogos amenazaban con lluvia pero el día, por suerte, ha salido con un sol espléndido. Tras dejar atrás las aguas sulfurosas de Acqui Terme nos hemos dirigido hacia el noreste. Hemos diseñado una etapa por pequeñas carreteras, en las que ver un coche es un acontecimiento, y por solitarios caminos agrícolas.

Hemos disfrutado del pedaleo tranquilo y sin agobios y de los sonidos de la naturaleza. Es cierto que esta parte del recorrido no es tan pintoresca como lo han sido otras (por eso quizás hay menos coches también). El paisaje es el propio de una llanura agrícola, con grandes extensiones de cereal salpicado por pequeñas poblaciones construidas a base de ladrillo y barro, sin apenas gente y sin demasiado encanto. Pero aún así ha sido un placer cruzar estas tierras.

Hemos parado en un pequeño pueblo agrícola llamado Frugarollo, en el que nos ha costado encontrar un bar abierto. Desde allí nos hemos dirigido a Tortona. Esta es una ciudad pequeña, con apenas 25.000 habitantes. Para los amantes del ciclismo es una referencia ya que aquí vivió y murió el mítico ciclista Fausto Coppi, que nació en un pueblo de la comarca llamado Castellania, en el que hay un museo dedicado a él. Hoy era un día especial en Tortona. A lo largo de su calle principal, que no es corta, se extendía una continua sucesión de puestos que vendían antigüedades de todo tipo (juguetes, muebles, botellas de alcohol, ropa..). Como hemos llegado un poco tarde nos ha tocado comer un bocadillo que nos ha preparado una simpática panadera. Eso sí, el salami de Pavía estaba delicioso.
Desde aquí hemos continuado rumbo a Voghera, una ciudad de unos 40.000 habitantes que tampoco tiene especial atractivo. Pertenece a la provincia de Pavía y ya está dentro de la región de Lombardía. Es conocida por sus vinos, con la denominación de Oltrepò Pavese.

Hemos acabado la etapa en un pequeño pueblo llamado Fumo, a unos diez kilómetros de Voghera, persiguiendo a la lluvia, menos mal que sin alcanzarla apenas, que nos ha precedido durante todo este tramo.
