Hoy hemos hecho una etapa corta porque queríamos descansar en Savona. Mañana nos desviamos de la ruta que veníamos repitiendo junto al mar de Liguria y nos adentraremos hacia tierras piamontanas.
Esta mañana hemos vuelto a ver el sol y la verdad es que lo hemos agradecido. Suponemos que también lo habrán hecho las personas que había en las playas de la zona. El día estaba para ello.

Hemos continuado volviendo a pisar nuestra anterior ruta por estas tierras. Recordamos que en aquellos tiempos hicimos una etapa desde Ceriale hasta Génova. Hoy repetimos parte de esa etapa hasta Savona pero no nos importa en absoluto. Esta tierra merece dos y más visitas, desde luego.

Hemos entrado en varios de los pueblos costeros junto a los que pasa el camino como Pietra Ligure, Finale Ligure. Todos ellos comparten una misma estructura. Cuentan con una calle principal bastante estrecha en la que se concentran la mayor parte de los comercios y servicios hosteleros. De esta arteria principal salen callejuelas aún más estrechas que van a dar o hacia el mar o hacia la montaña. De tanto en tanto las fachadas de las casas están unidas por un conjunto de arcos que hacen de contrafuerte. Este tipo de construcción es común a toda la zona de Liguria, incluida Génova.

Hemos venido disfrutando del paisaje y parando para hacer fotos de los lugares que nos atraían. Os podéis imaginar que han sido muy frecuentes las pausas.

El tramo de carretera que atraviesa el cabo de Noli nos ofrece unas vistas espectaculares.
Pasado el mediodía hemos decidido parar a comer en un lugar llamado Spotorno. Por sus numerosas construcciones residenciales se nota que es muy turístico aunque en su corazón histórico conserva las mismas trazas de pueblo ligur que hemos explicado antes. Allí hemos ido a dar con un «ristorante» de comida «casalinga», es decir casera. Tan de verdad era esto que el comedor era el propio salón de la casa-posada que lo albergaba. Hemos comido estupendamente, claro.

Desde Spotorno a Savona hay apenas diez kilómetros. Nos hemos instalado en un camping junto a la playa donde hemos conocido a Francesco, un simpático compañero cicloturista que va a Roma. ¡Un saludo si lees esto!.

Como hemos llegado pronto hemos aprovechado para volver a visitar Savona. No es una ciudad especialmente bonita pero tiene cierto encanto. Como decíamos en Imperia, son ciudades que parecen de otro tiempo. Por lo demás es un lugar históricamente importante. La ciudad de los papas la llaman ya que, por lo visto, hubo dos de ellos de aquí. Además tiene un importante puerto. Muchos de los cruceros por el Mediterráneo hacen escala en él.
Mañana nos espera una etapa de montaña. Para llegar al Piamonte tenemos que cruzar las estribaciones de los Alpes Ligures. No es casualidad que estemos cruzando por aquí, es uno de los pasos naturales más accesibles. Aún así nos esperan unas subidas importantes así que os dejamos que tenemos que descansar.