Nos resulta imposible transcribir al lenguaje lo que nuestras retinas han venido admirando. Estamos abrumados por tanta belleza. Ayer Capri nos deslumbraba con su agreste elegancia y hoy la Costa Amalfitana nos ha ofrecido un enorme espectáculo, en donde lo natural y lo humano alcanzan un exquisito equilibrio. Como veis, ayer hicimos una etapa de descanso (apenas los seis kilómetros que separan Meta de Sorrento) para poder visitar la famosa Isla. A ella se retiró el emperador Tiberio hasta sus últimos días, el mismo que ordenó construir la fastuosa Villa con cueva en Sperlonga de la que os hablamos etapas atrás. Después, como sabréis, han sido muchos los poderosos o afamados que han seguido sus pasos. Y es que algo tiene esta isla, aparte de sus historias más o menos glamurosas, que cautiva a quien la visita.
Ayer hicimos noche en Sorrento, un bello pueblo que sirve de base a la mayoría de los que queremos conocer sus alrededores.
Esta mañana hemos salido de allí en busca de la Costa Amalfitana. Para llegar a ella no queda más remedio que atravesar la península Sorrentina desde la costa norte a la sur y para ello hay varios caminos. Hemos optado por el que sale de Piano de Sorrento porque hay que salvar menos desnivel. Aún así hemos subido un par de kilómetros con una pendiente que nos ha hecho apretar las tuercas de los pedales y ya de paso, romper un radio en una rueda.
Una vez coronada la cumbre, la carretera desciende por la escarpada vertiente sur. Las laderas de la costa caen en vertical sobre el mar y el camino va zigzagueando como puede a través de ellas. El paisaje es todo un espectáculo. Avanzábamos apenas cien metros y teníamos que parar para poder admirarlo con detenimiento y retratarlo con nuestras cámaras. El roquedo calizo se entremezcla con el verde frondoso de los pinos, las encinas, los limoneros y muchas especies más. Toda la zona forma parte del parque natural del Monte Lattario.
El primer pueblo que se atraviesa es Positano, un lugar muy pintoresco que ha sido escenario de varias películas.
Las casas trepan por las vertientes de la montaña fomando un urbanismo vertical bellísimo.
Tras este, hemos pasado por Vettica Maiore al que siguen otros como Praiano o el mismo Amalfi. Todos ellos están perfectamente integrados en el paisaje formando un armonioso conjunto.
Aunque actualmente viven casi exclusivamente del turismo, en su historia han tenido que inventar el terreno cultivable. Para ello, generación tras generación, han ido creando terrazas en las empinadísimas laderas de los escarpes a través de un titánico empeño. La mayor parte del terreno cultivable está ocupado por limoneros, que aquí son todo un símbolo.
Gracias a ellos producen el famosísimo limoncello de Sorrento, pero no sólo eso. En las tiendas se encuentran caramelos de limón, jabones de limón, ambientadores de limón… y por supuesto, helados y granizados. El día ha salido soleado y hermoso, con una temperatura ideal para pedalear. Nos imaginamos que hacerlo en verano tiene que ser bastante más duro, ya que todo es vertiente sur y el sol da de lleno. Además, al no haber carreteras alternativas, el tráfico tiene que ser intensísimo. Ahora, sin embargo, a pesar de que se ven turistas, la carretera está muy tranquila y los coches y autobuses que pasan de vez en cuando no resultan demasiado molestos.
Entretenidos como veníamos con tanto deleite casi ni nos hemos dado cuenta de que no parábamos de bajar y subir cuestas así que, cuando hemos llegado a Salerno, el cansancio nos ha venido de repente. A pesar de ello hemos podido dar un pequeño paseo por el centro de esta atractiva y vital ciudad, con una antiquísima universidad, famosa desde tiempos medievales por sus estudios de Medicina.
Esta noche soñaremos con limoneros y el mar.
Me habéis hecho disfrutar con ésta maravillosa crónica,qué delicia de viaje…..
Qué maja la Celucha!!! Muchas gracias por el comentario, se agradece que te guste y que nos lo digas. Muchos besotes guapetona!!!
Angelillo, vaya vacaciones!!
Y que comentarios, mucho mejor que Paco Nadal !!!
Estoy enganchado a vuestro viaje. Mis próximas vacaciones al sur de Italia.
Buen Viaje.
Manuelísimo, qué alegria saber de ti!!! Pues no te voy a engañar, vaya vacaciones, jeje. Me parece muy bien que planeéis un viaje por aquí porque esto es realmente bonito. Un abrazote para toda la familia de nuestra parte. Cuidaos mucho y a ver si a la vuelta nos vemos.