Después de una noche lluviosa nos hemos despertado con un día bastante despejado, lo que hemos agradecido bastante. No obstante la temperatura por aquí es más baja y hay momentos en los que incluso pasamos frío, sobretodo cuando vamos por medio de los bosques de hayas.

Hemos seguido el canal de Nantes a Brest hasta cerca de un pueblo llamado Carhlaix, en donde lo hemos abandonado ya para el resto del camino. El canal sigue dirección oeste rumbo a Brest y nosotros hemos tomado dirección Norte hacia Roscoff. Hoy hemos vuelto a atravesar por numerosas esclusas ya que hay grandes desniveles en el terreno. Estamos en la zona de la Bretaña conocida como Finisterre, y ya hemos pasado por otras como Ille et Vilaine, Morbiham ó Cotes d´Armor.

Como podéis imaginar el Finisterre es la zona más occidental de la Península bretona y es, por lo que dicen, donde más se habla todavía el bretón. De hecho es donde más símbolos reivindicativos estamos viendo.

Desde Carhaix, donde hemos comido, hemos emprendido el camino rumbo a Morlaix a través de una vía verde que sigue el camino del tren de vía estrecha que circulaba antiguamente. Este tramo atraviesa un parque natural llamado Parc d´Armorique. Por lo que hemos visto en este parque habitan castores, lobos y otras cuantas especies. La verdad es que el entorno es muy verde y realmente bonito.

El camino ha ido subiendo sin grandes desniveles (propio de las vías férreas) hasta unos 15 kms antes de Morlaix donde nos ha obsequiado con una continua bajada que, después de 80 kms pedaleando, se ha agradecido bastante.

Moralaix es una bonita ciudad cuyo centro está atravesado por un viaducto enorme. Está lleno de las típicas casas bretonas y forman un conjunto muy colorido.

Hemos dado un buen paseo por sus callejuelas y hemos cenado en una creperia en la que nos ha sabido todo delicioso, incluso hemos probado la sidra de pera, que me había recomendado mi hermana Celia, y también nos ha gustado mucho.

Mañana nos espera la última etapa de este viaje hasta Roscoff, o Rosko en bretón. Nos quedan apenas 35 kms así que nos lo tomaremos relajadamente para degustar los últimos kilómetros de nuestro pedaleo por tierras galas.