Hoy hemos hecho media etapa de pedaleo y otra medía de descanso y relax en Dijon. Teníamos ganas de conocer esta ciudad y, ya que pasábamos tan cerca, hemos aprovechado para hacer un paréntesis y descansar de las bicis por una tarde.

Sabíamos que a las 12:54 había un tren desde St Jean. Como no hemos madrugado demasiado, hemos tenido que pedalear un poco fuerte para asegurarnos de llegar, ya que el siguiente tren era a las 18:30h. Finalmente lo hemos conseguido, incluso aún nos ha sobrado media hora.

En la estación de St Jean nos hemos despedido de nuestro colega francés Remi. Él ha seguido en dirección a Viena y nosotros hemos hecho un alto en Dijon.

El tren de St Jean a Dijon dura media hora así que a las 13:30h ya estábamos pedaleando por las calles de esta ciudad. Hasta media tarde ha estado lloviendo o nublado pero, a partir de ahí, se ha quedado un día espectacular y hemos disfrutado mucho de los paseos por sus calles.

Hemos tomado un par de cañas y, curiosamente, nos han puesto tapas con las dos. Es cierto que la cerveza es un poco más cara que en España pero las tapas no han estado mal.

Dijon es muy conocida por su mostaza. Habíamos pensado en comprar un tarro pero, ante tal variedad, hemos quedado avasallados y hemos desistido. Quizás mañana nos atrevamos.


La verdad es que con una tarde de sol como la de hoy es un placer pasear por las calles de esta ciudad. Lástima que en cuanto llega la noche estas ciudades se quedan casi desérticas.

De todas formas, nuestro cuerpo pide más reposo que marcha nocturna así que aprovecharemos para dormir bien, ¡hoy que tenemos un colchón!.