Etapa 5: Carcassonne-Villenueve lès Bèziers (120 km)

Desde el camping de Carcassonne, que dista unos dos kilómetros del pueblo, hemos vuelto hacia él por una carretera bastante transitada. La silueta de la ciudad antigua, encaramada en lo alto del cerro, nos observaba desde nuestro lado derecho. La verdad es que, así vista, impresiona más todavía.

Fortaleza de Carcassonne.
Fortaleza de Carcassonne.

Hemos estado buscando el acceso al canal para contínuar el camino pero andábamos algo perdidos. Gracias, otra vez, a la amabilidad de la gente de por aquí hemos conseguido reencontrarnos con él. Hemos aprovechado para desayunar en una boulangerie y hemos contínuado el camino junto al canal. En este tramo se ve bastante tráfico de barcos (casi todos de alquiler). Quizás sea una de las partes más visitadas del canal por el gran atractivo turístico de Carcassonne. Según nos alejábamos de la ciudad, se veía su figura almenada con una impresionante vista de los Piríneos nevados al fondo. Espectacular.

El siguiente pueblo en la ruta ha sido Trèbes. Es una pequeña villa con bastante tránsito por su carretera principal y con cierto encanto. Allí hemos parado a comprar algo de comida para el camino pues nos temíamos no encontrar lugares para ello en el siguiente tramo de la ruta. Efectivamente después de Trèbes hay un largo trecho sin pueblos ni esclusas hasta la de Marseillette. Un rato después de Marseillette nos ha llamado la atención un pequeño pueblo que quedaba a un kilómetro más o menos a la derecha de nuestra ruta. Hemos entrado en él. Se llama Puigchéric y hemos comprado un poco de pan en su boulangerie y una botella de vino para el almuerzo. En esta zona se ve mucho viñedo y, concretamente en este pueblo, hay varias bodegas.

El pueblo al fondo.
El pueblo Puigchéric  al fondo.

Con las fuerzas repuestas hemos contínuado el camino y pasado un pueblecito con vistas un tanto pintorescas, La Redorte. Un poco más tarde hemos atravesado una de las obras de ingeniería que salpican el canal. En este caso es un dique de desagüe para las crecidas (épanchoir en francés). Este lo diseñó Vauban, otro de los padres del canal.

Canal de desagüe diseñado por Vauban.
Canal de desagüe diseñado por Vauban.

Pasamos por el puerto de Homps, que tiene bastante ajetreo, pero no nos detenemos. Casi no lo hacemos hasta un pequeño pueblo con un puente muy pintoresco. Este puente es el más antiguo del canal, según dicen, y claro, se llama Riquet. El pueblo es Le Somail. Disfrutamos de las vistas del puente y el canal tomando un refresco en una agradable terraza.

Descansando en
Descansando en Le Somail

Pasado este pueblo nos encontramos con una bifurcación que lleva a Narbona. Nosotros seguimos dirección Beziers.

Bifurcación de Canal.
Bifurcación de Canal.

Llegamos a un pueblo llamando Capestang y aprovechamos para tomar un refrigerio. Allí para también una pareja de ciclistas francesas con las que llevábamos cruzándonos varias veces en el camino. Nos dicen que van también a Sète pero a un ritmo un poco más tranquilo, por lo que nos cuentan.

Después de Capestang hay un pueblo llamado Colombiers, que es el primer destino en el que pensamos, pero como aún nos queda alguna fuerza, decidimos avanzar hasta Beziers. Antes de llegar a Colombiers hay un punto interesante en el canal. Se llama Malpas, suponemos que por el hecho de que tuvieron que hacer un tunel de unos 170 m en la roca para que pasara el agua. Por lo visto fué toda una proeza para la época. Junto al tunel de Malpas quedan las ruinas preromanas de Oppidum de Ensérune pero por las horas que son y nuestro plan de viaje se nos hace poco recomendable deternos. Y la verdad es que nos quedamos con las ganas. Según vamos llegando a Beziers se nos presenta la magnífica estampa de la ciudad con la catedral dominando la colina sobre la que se asienta.

Puente Canal en Beziers.
Puente Canal en Beziers.

Entramos a Beziers por la espectacular esclusa múltiple. En realidad son siete esclusas seguidas pensadas para salvar un desnivel considerable. A estas horas no hay barcos circulando por el canal pero debe ser impresionante ver a uno de ellos sorteando este tramo. Un poco más adelante pasamos uno de los espectaculares pont-canal que aparecen de vez en cuando.

Esclusa múltiple de Beziers.
Esclusa múltiple de Beziers.

Llegamos a Beziers confiados en encontrar el camping pero por más que preguntamos nadie sabe nada. Al final nos decidimos a buscar un sitio tranquilo para hacer acampada libre pero no encontramos nada adecuado ya que la salida de esta parte de la ciudad coincide con un polígono industrial y no invita a pernoctar. Seguimos pedaleando en busca de un lugar apropiado pero ya es de noche y no somos capaces de ver donde podemos pernoctar. Así llegamos hasta Villenueve des Beziers. Con la tontería nos hemos pulido 120 kms pero al fin encontramos un camping donde poder ducharnos y acampar. Bueno, siendo sinceros hemos dejado la ducha para la mañana porque lo que queríamos ya era dormir.

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