Hola a todos!!! Hoy nos hemos despertado en el camping de Biarritz. Bueno, más que un camping podríamos decir que Hotelito, al menos por los precios. Vale que el camping está bien, vale que nos acogieron cuando supuestamente (y no realmente) estaba completo. Pero 35€ por un trozo de tierra para acampar…Hemos estado en Hoteles más baratos! Lo malo es que nos cobran el mismo precio que si lleváramos coche, ¡si nuestras dos pobre bicis no ocupan nada!. En fin, al final ni las pájaras ni las rodillas…nos vamos a tener que volver por la pasta (esperemos que no). Y no hablemos de las cañitas: a tres euros y medio y sin tapa. Esto no puede ser!. Bueno, una vez que nos hemos desahogado vamos a contaros lo interesante: o sea la etapa de hoy.
Como decíamos hemos salido del camping de Biarritz rumbo a Anglet, donde habíamos quedado con Carlinhos (te mandamos un abrazote para cuando leas esto). Hemos pasado la mañana por allí bien a gusto de cháchara tomando un café. Gracias Carlos por haber sido tan buen anfitrión y por habernos ayudado a cruzar Anglet y Bayonne hasta la salida (seguro que por nuestra cuenta hubiéramos tardado un buen rato más).
Después hemos rodado hasta Tarnos y desde allí hemos cogido la pista que se sumerge en el corazón de las Landas. Llegar aquí ha sido un alivio. De repente nos hemos olvidado de todo el tráfico de coches y hemos empezado a pedalear por una inmensidad de bosque de pinos y helechos. Hemos ido fresquitos (dentro del calor y la humedad que ha hecho) por entre las sombras de los pinos. Si hay que poner un pero a la etapa, a parte del calor pegajoso, ha sido la brisa que hemos tenido constantemente en contra y en los lugares más cercanos al mar se dejaba notar más. Aquí es donde se le ha aparecido de nuevo a Mayte el tío del mazo, que en este viaje parece que le está cogiendo cariño. Por el camino hemos visto a bastante gente con bicicletas, ya que es una ruta muy agradable, e incluso hemos estado charlando con un paisano en patines que nos ha dicho que fue campeón de Francia de carrera sobre patines (yo ni sabía que eso existía). Tras confesarnos que tiene 60 años y despedirse nos ha pegado una pasada y le hemos perdido en el horizonte (y allí estábamos nosotros, con treinta y pico, en bici y con cara de tontos).
Hemos parado en Capbreton, un pequeño pueblo bastante turístico, a tomar algo y refrescarnos. De allí hemos seguido la pista de bici por entre los pinares con rumbo a Leon (no, que no hemos vuelto, que no estamos en el Camino de Santiago, que no teníamos antojo de Cecina…), Leon es un pequeño pueblo de Las Landas. Pero finalmente hemos optado por quedarnos en un camping del pueblo anterior, Messanges, que cuenta con unos cuantos campings. Nos hemos quedado en el camping de La Côte que está cerca de la playa, entre mar de pinos y al lado de algún riachuelo. Estamos bien gusto pero los mosquitos de aquí están mejor aún disfrutando con nuestra sangre ibérica, que en su mundo debe ser como el pata negra. Nosotros no hemos cenado ibéricos pero sí un quesito (recomendado por Carlos) y una copa de vino de Bourdeaux, así que no nos vamos a quejar por unos cuantos mosquitos. Bueno, también hemos estado dándonos un baño en la playita tras la inmensa columna de dunas (como podéis ver nuestros amigos playmóbiles nos han acompañado).
Bueno, pues mañana más. Ya os contaremos si conseguimos un wifi que funcione en condiciones (cosa que de momento nos está costando un poco).