Etapa 12: Carcassonne – Capestang (92 Kms)

Nos vamos acercando al Mediterráneo y se nota en el paisaje. La vegetación va cambiando, se ven cada vez más encinas, olivos (y alguna que otra almazara). Esta parte del canal es, quizás, la más salvaje y abandonada. La pista está en mal estado en muchos tramos (baches, sendero estrecho, raíces…) pero aún así, el camino guarda unos cuantos rincones con encanto.

En los alrededores de Carcassonne hemos visto, al igual que la otra vez que pasamos, más ajetreo de barcos de recreo debido a que es donde se concentra más turismo. Hoy es el primer día en el que nos hemos cruzado con otros cicloturistas de alforjas (la otra vez vimos más). Unos de ellos eran una pareja con dos niños pequeños, venían de Toulouse y se dirigían a Marseilla o Niza. ¡Eso sí que tiene mérito!, viajar con dos niños y todos los bártulos que conlleva. Lo que no nos explicamos es cómo podían transitar por esos estrechos y accidentados senderos con el carrito de los niños (esos que se ponen detrás de la bici). Buen carro tenía que ser para no romperse por allí.

Durante todo el día ha soplado un fuerte viento del Oeste-Noroeste que hemos tenido a favor en bastantes tramos. Por momentos las bicis avanzaban solas, como si tuvieran motor eléctrico. Pero en los pocos ratos en los que lo hemos tenido en contra hemos dado las gracias porque han sido cortos.
Hemos seguido el curso del canal prácticamente durante toda la etapa salvo en algunos tramos en los que estaba en obras y hemos tenido que circular por alguna carretera secundaria. Pensábamos llegar a un pueblo llamado Columbieres pero al final nos hemos quedado en el pueblo anterior, Capestang, porque ya llevábamos hecha una buena etapa y nuestro cuerpo pedía reposo. Además, tres pinchazos en la bici de Mayte han hecho que nos retrasáramos más de lo previsto. Mañana, sin falta, tenemos que cambiar la cubierta trasera porque está desgastadísima.

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