Por fin llegamos a nuestro destino: Budapest. Da mucha satisfacción llegar al objetivo propuesto. Pero aunque la etapa estaba planteada como un paseillo de 50 km hasta la capital ha tenido sus incovenientes.
Hemos salido del camping de Visegrado hacia las 9 h de la mañana. El día fresco pero soleado. Pocos kilómetros después de la salida hemos entrado a una isla que forma el Danubio gracias a una de las barcazas que lo cruzan. Hemos seguido por esta isla unos cuantos kilómetros hasta un pueblo llamado Szigetmonostor donde hemos vuelto a la orilla sur del rio. De allí pedaleando hasta un bello pueblo llamado Szentendre.

Mientras contemplábamos su casas de colores no he visto uno de los baches de la carretera y se me ha roto el portaequipajes nuevo, ¡vaya viaje me están dando! Es cierto que llevo bastante peso pero creo que no era de muy buena calidad. Lo he apañado con bridas y hemos llegado a Budapest como hemos podido; con mucho cuidado, despacio y parando cada dos por tres para recolocar el apaño. Así que lo que iba a ser un agradable paseo se ha convertido en un lento y pesado final.

Poco a poco hemos andado camino y al final hemos visto el edificio del parlamento húngaro, edificio emblemático de a ciudad. !Hemos llegado a Budapest¡ La entrada no ha sido fácil, hay mucho tráfico y el carril bici no está del todo bien señalizado. Además hay mucha gente paseando lo que dificulta avanzar con la bici. Pero todo esto nos da lo mismo porque estamos saboreando el final de nuestro periplo danubiano.

Hemos cruzado uno de los varios puentes que cruzan el Danubio hacia la parte de Pest, hemos buscado la dirección del apartamento que habíamos reservado por internet y aquí estamos ya dispuestos a disfrutar de esta gran ciudad, eso si, ya como simples peatones.

Despedimos ya este viaje que os recomendamos a todos. Es cierto que es una distancia considerable para los que no cogemos la bici con frecuencia, pero es muy llevadero por la belleza de los lugares que atraviesa y porque es bastante llano en general.

Por último decir que nosotros hemos usado una guía titulada «El Danubio en bici» de J.A. Pastor González que, aunque con carencias, nos ha resultado útil. Además en el camino se pueden comprar una especie de ´»guía oficial» (eso sí en alemán o inglés) y cartografía específica del camino.

El objetivo de este blog ha sido doble. Por un lado queríamos guardar nuestras experiencias por escrito a modo de recuerdo. Pero también hemos pensado que igual le puede venir bien a todos aquellos que se planteen hacerlo. Así que ¡ánimo!

¡Hasta nuestro próximo viaje en bicicleta! (aviso a navegantes: crea adicción).
¡Aplausos!
Enhorabuena ciclistas!
Muy bonito y bien narrado viaje. Aunque ha sido «mucho viaje para tan pocas alforjas», menos mal que el motor ha respondido con creces. Besos de toda la familia